Aprendiendo juntos...

Aprender a pensar y reflexionar es una de las claves del aprendizaje basado en el pensamiento. Pensamos todo el tiempo, pero aprender a hacerlo a edad temprana de manera eficaz nos puede ayudar a ser adultos reflexivos y con un criterio personal claro. 
En esta entrada vamos a intentar explicar en qué consiste este tipo de aprendizajes y cómo podemos llevarlo a cabo:

Definición:

El aprendizaje basado en el pensamiento o TBL (Thinking-Based Learning) se puede definir como un tipo de aprendizaje para que nuestros alumnos aprendan a tomar decisiones, argumentar, analizar, ser creativos y críticos. En definitiva, se trata de enseñar a razonar a los alumnos y alumnas para que desarrollen unos determinados hábitos mentales.

Elementos:

El aprendizaje basado en el pensamiento se sostiene sobre tres elementos fundamentales:

Destrezas del pensamiento. El profesorado tendrá la función de enseñar estrategias que permitan alcanzar el conocimiento y el control del mismo, por ejemplo, se puede plantear el objetivo de potenciar una destreza específica cómo relacionar las partes con el todo o aprender a tomar decisiones en base a una serie de datos.
Hábitos de la mente. Para aplicar el aprendizaje basado en el pensamiento es fundamental fomentar el uso de determinados hábitos en el alumnado como la persistencia, la creatividad, la imaginación, el control de los impulsos, el uso del sentido del humor, la precisión, la capacidad de cuestionarse problemas o de ser precisos. Por ejemplo, se puede comenzar por plantear preguntas curiosas en el aula como: ¿Cómo sería la vida si no hubiera electricidad? ¿Cómo sería el mundo si no fuera necesario dormir? ¿Qué ocurriría si los juguetes cobraran vida?
Metacognición. El último pilar del aprendizaje basado en el pensamiento consiste en analizar nuestra propia forma de pensar para poder adquirir las destrezas y los hábitos de los que hemos hablado. En definitiva, se trata de analizar los procesos que utiliza nuestra mente para tomar una decisión y para actuar.

¿Qué actividades podemos realizar en nuestras clases para iniciarnos en este tipo de metodologías?

Plantea un dilema moral. Habla de una situación en la que se presente un conflicto moral e invita a los alumnos y alumnas a dar su opinión y decir qué harían. Fomentarás el uso del diálogo y de la argumentación.
Impulsa un debate sobre un libro o una película. Otra opción puede ser plantear el visionado de una película en el aula o la lectura de un libro para que se genere un debate en el que los alumnos y alumnas aprendan a reflexionar sobre un tema.
Compara noticias. Ya sabes que una misma noticia puede ser contada de forma muy diferente en un medio de comunicación respecto a otro, por lo que puede ser una buena idea comparar una noticia que se publique en un periódico digital con lo que se dice en la televisión sobre ese mismo tema. En este caso se puede reflexionar sobre por qué cambia la noticia, de la forma en la que se comunica y de qué efectos tiene.
Haz preguntas. Ya hemos hablado antes de que las preguntas son una excelente forma de hacer reflexionar, por lo que, se pueden plantear preguntas curiosas que generen interés en el alumnado y que susciten una conversación.


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Aprendizaje basado en el pensamiento